viernes, 27 de marzo de 2009

El túnel del Equinocio

En Valdealgorfa dos veces al año la luz equinoccial permite que los más de 2000 metros del antiguo túnel del ferrocarril se iluminen y los rayos del Sol paseen a lo largo de sus dos bocas. En el amanecer del pasado jueves 26 de Marzo a las 7:07 de la mañana tuvo lugar el efímero momento.


Varios grupos de personas tanto del pueblo como de fuera, han contemplado este espectáculo que se produce en dos ocasiones a lo largo del año. En esta ocasión, hasta las cámaras de algún medio de comunicación han acudido a la cita. Este breve espectáculo del sol atravesando la totalidad del túnel, atrae durante estos últimos años a numerosos curiosos que quieren ver en directo este fenómeno. Tuvieron que madrugar, pero fueron pagados con tres minutos asombrosos en los que el interior del túnel permaneció iluminado en toda su plenitud y convirtió al oscuro corredor en una gran bola de fuego.
Fiel a su cita, seis días después del equinoccio vernal o primer punto de Aries, en el que el invierno da paso a la primavera en el hemisferio norte. Justo en ese instante, el Sol se situó en el mismo plano que el ecuador terrestre y alcanzó su cénit, incidió con sus rayos perpendicularmente al eje de rotación de la Tierra y el día y la noche tuvieron la misma duración: 12 horas; de ahí el latinismo equinoccio, aequinoctium en la lengua muerta, es decir: “noche igual”. Seguramente, cuando fue construido para enlazar el Bajo Aragón con el puerto mediterráneo de San Carlos de la Rápita, no se tuvo en cuenta esa particular orientación y primaron más los componentes bélicos y económicos, pero lo cierto es que el ferrocarril no tuvo un final feliz, y tras 31 años (entre 1942 y 1973) de uso ferroviario finalizó su exigua vida sin que llegara a concluirse el último tramo entre Tortosa y el Mediterráneo. Dentro de seis meses se volverá a repetir el fenómeno. La fecha: el 17 de septiembre; el lugar: el túnel del Valdealgorfa; la compañía: el Sol, que fiel a su cita, avisará seis días antes de la proximidad de la oscuridad otoñal. Claro, siempre que no haya nubes.

Yo me pregunto si el ingeniero que diseño el trazado del túnel, era consciente de que se produciría este curioso fenómeno, o simplemente se trata de un hecho casual...

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